Nuevas vacunas para frenar la propagación de la COVID-19
- Redacción
- 10 abr 2020
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 8 jun 2020
Eugènia Marfà
Estas sustancias son herramientas indispensables para la salud pública, así como el método más seguro para prevenir enfermedades infecciosas y sus consecuencias más graves.
La epidemia, ahora pandemia, del nuevo coronavirus avanza a un ritmo vertiginoso. La adherencia a un tratamiento correcto es muy necesaria para evitar consecuencias negativas, tanto para el individuo como para el conjunto de la sociedad. A nivel personal, el tratamiento puede evitar la agravación de los problemas de salud y las recaídas. Además, ante esta situación de emergencia, en la cual existe una saturación importante de los hospitales, es importante que los pacientes no dejen de tomar su medicación.
Pilar de Lucas, vocal del Comité Científico del Grupo OAT (Observatorio de la Adherencia al Tratamiento) y ex presidenta de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ), recalca que, "cuando hablamos de adherencia, no solo nos referimos a tomar pastillas. La adherencia engloba tanto fármacos como no fármacos".
Uno de los objetivos principales del tratamiento es modular la tormenta inflamatoria, tan frecuente en pacientes con síntomas graves de COVID-19, hecho que ha abierto la posibilidad de probar tratamientos que modulan este fenómeno. Según un estudio, uno de estos mediadores es la interleucina 6 (IL6), perteneciente a un grupo de proteínas elaboradas por glóbulos blancos y otras células del cuerpo. Para tratar pacientes en estado crítico, varios equipos han usado un anticuerpo contra la IL6, el tocilizumab (un medicamento biológico). Los resultados son alentadores.
LAS NUEVAS VACUNAS
Aunque su desarrollo lleva tiempo, las vacunas son uno de los pilares principales en la lucha contra la propagación del virus. Así pues, numerosas entidades han destinado importantes fondos económicos a la investigación de vacunas frente a la COVID-19.
Entre las vacunas que, en estos momentos, están siendo probadas en humanos o entran en esta fase, se encuentra la desarrollada por el Instituto de Biotecnología de Beijing y la farmacéutica china CanSino Biologics. La fecha prevista para la finalización de la primera fase del ensayo clínico es diciembre de 2020.
El Instituto Jenner y Oxford Vaccine han anunciado que empiezan a reclutar personas voluntarias para probar la seguridad de su vacuna contra la enfermedad. Necesitan unos 510 voluntarios sanos entre 18 y 55 años para someterlos a examen y, si lo pasan, se convertirán en los primeros humanos en probarla. La prueba tendrá una duración de seis meses. Esta nueva sustancia, que entra en fase 1, emplea como vector un adenovirus del chimpancé.
La farmacéutica estadounidense Pfizer también ha anunciado los primeros ensayos clínicos de un fármaco que bloquea la reproducción del virus en pacientes con síntomas leves. Las primeras pruebas con pacientes se realizarán a partir de este verano.
Por otra parte, Alemania comenzará a probar la eficacia de una versión actualizada de la vacuna BCG contra la tuberculosos, con el fin de proteger a personas mayores y trabajadores sanitarios contra el virus. Otros países también han comenzado a probarla en dichos colectivos. Existen evidencias de que esta vacuna, desarrollada hace cien años, puede reforzar la respuesta inmune contra varios virus respiratorios.
En la página del Instituto de Salud Global de Barcelona pueden consultarse todas las novedades científicas hasta el momento.
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