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La protonterapia; ¿el futuro tratamiento para el cáncer?

  • Foto del escritor: Redacción
    Redacción
  • 19 abr 2020
  • 8 Min. de lectura

Actualizado: 23 may 2020

Arnau Serrat, Nadia Somoza, Eugènia Marfà i Carla Tresserras


La lucha contra el cáncer cuenta ya en España con una potente arma más. La protonterapia o terapia con protones. Según la Unidad de Protonterapia de la Clínica Universidad de Navarra, está indicada especialmente para el tratamiento de tumores de difícil acceso o cercanos a órganos de riesgo debido a su menor toxicidad. El nuevo tratamiento aprobado por la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos) dirige protones cargados positivamente al tumor. Estos depositan la mayor parte de la dosis radioactiva en el objetivo con prácticamente ninguna radiación residual hacia otras partes de nuestro organismo. 


Esta nueva terapia actúa con mayor precisión y no provoca tantos efectos secundarios como la terapia convencional. Como se afirma en el artículo de Katia Navas en GnDiario, la pronoterapia causa un daño menor al tejido sano al entrar en el organismo, y descarga la mayor parte de su energía destructiva donde se encuentra el tumor. Una vez depositada esta energía en donde está ubicado el tumor, no se produce un daño adicional al tejido sano que se encuentra detrás de éste ya que no hay una dosis de salida. Gracias a esto, el tejido sano resulta menos expuesto a la radiación, y las complicaciones del tratamiento son menores.  



Europa Press afirma que “La terapia de protones provoca un riesgo significativamente menor de efectos secundarios lo suficientemente graves como para provocar hospitalizaciones no planificadas para pacientes con cáncer en comparación con la radiación tradicional, mientras que las tasas de curación entre los dos grupos son casi idénticas”. De esta forma, podemos observar como la nueva terapia ofrece una forma de reducir los efectos de la quimiorradiación y mejora la salud del paciente manteniendo la eficacia del tratamiento. 


El pasado diciembre se trató el primer caso con terapia de protones en España

Como ha informado la Agencia EFE, el Grupo Quirónsalud ha construido el primer centro de protonterapia de España, que ha atendido a los primeros pacientes en 2019, y que se suma a los 20 existentes en toda Europa. El pasado diciembre se trató el primer caso con terapia de protones en España. Este centro dispone de uno de los equipos más relevantes de esta práctica, el equipo “Proteus One”, un acelerador de la familia de los ciclotrones que ya poseen más del 70% de los centros que ofrecen esta terapia. 


El doctor Miralbell de la clínica Quirón destaca la relación coste/efectividad de la tecnología, que permite la terapia de protones y defiende la idoneidad de tener una unidad por cada 10 millones de habitantes; además ha apostado por vincular su puesta en marcha con centros universitarios del sistema público. 


Para el doctor Luis Madero, las indicaciones para su aplicación en tumores pediátricos son “muy claras” y positivas, si bien considera que se deben hacer más estudios para aportar evidencia clínica de la supervivencia que tienen los tratamientos con protones en relación con los fotones de la radioterapia convencional.


El doctor Ruiz Ocaña manifiesta que, en cáncer cerebral, la primera opción es la cirugía, pero ha incidido en que, para los tumores en la base del cráneo, sería bueno el tratamiento con protones para evitar daños a órganos próximos.


LA RADIOTERAPIA VS LA PRONOTERAPIA


La terapia más utilizada en los pacientes con cáncer es la radioterapia con fotones que se produce con rayos X. Al entrar en el organismo, las radiaciones ionizan los cromosomas y los fragmenta, provocando la muerte celular. Estos fotones lesionan el tumor, pero la irradiación emitida es dispersa y también daña otros tejidos sanos. En cambio, los protones, administran de forma más homogénea la radiación y, por ende, se recibe una dosis de radiación mucho menor a la recibida con la anterior terapia.


Su gran inconveniente, el coste del tratamiento. Mientras que un equipo de radioterapia “convencional” cuesta entre unos tres y ocho millones de euros, el precio de una unidad de protones asciende a unos 200 millones de euros. Es decir, el coste del tratamiento oscila entre los 1000.000 y 200.000 euros.


Fuente de elaboración propia con datos de elmundo.es

Actualmente, la terapia de protones se utiliza principalmente en “tumores puestos”, en aquellos que aún no han sido extirpados. "Que los protones sean mejores no quiere decir que sean necesarios. Este tipo de radioterapia está indicada para una serie de tumores muy limitada" explica Jorge Vilar, radiofísico hospitalario en el Centro Nacional de Dosimetría (CND).


¿QUÉ ES UN PROTÓN?


Es una partícula subatómica, una de las partículas mínimas que configuran el núcleo de un átomo. Pertenece a la familia de los fermiones y contiene una carga eléctrica positiva. Toda materia está formada por átomos y éstos, además de contener protones, también tienen electrones (con carga negativa) y neutrones (con carga neutra).


Estas partículas son estables con una masa 1836 veces superior al electrón y dotados de una carga positiva de 1 (1,6 x 10-19 C). Su vida media es superior a 1035 años, momento a partir del cual los protones son susceptibles de descomponerse, aunque algunas teorías afirman que se desintegran en otras partículas.

Composición de un protón


EVIDENCIAS CIENTÍFICAS


Los pacientes con cáncer que reciben terapia de protones de alta tecnología experimentan tasas de curación similares y menos efectos secundarios graves en comparación con los que se someten a la radioterapia tradicional de rayos X, según un nuevo estudio dirigido por la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington en San Luis y la Facultad de Medicina Perelman de la Universidad de Pensilvania (Estados Unidos).


El estudio, titulado Comparative Effectiveness of Proton vs Photon Therapy as Part of Concurrent Chemoradiotherapy for Locally Advanced Cancer, es la primera comparación importante de los efectos secundarios relacionados con la terapia de protones y la radioterapia de rayos X. Incluyó a casi 1.500 pacientes que recibieron quimioterapia y radioterapia combinadas para cánceres de pulmón, cerebro, cabeza y cuello, gastrointestinales y ginecológicos que aún no se habían reproducido en otras partes del cuerpo. Los investigadores enfocaron su estudio en aquellos pacientes con dolor, dificultad para tragar que podría resultar en pérdida de peso, dificultad para respirar, náuseas y diarrea lo suficientemente severas como para causar deshidratación.


No encontraron diferencias entre los dos grupos en cuanto a la supervivencia, lo que sugiere que la terapia de protones fue igual de efectiva en el tratamiento del cáncer, pero con menos efectos secundarios. La supervivencia general al año para el grupo de terapia de protones fue del 83%, frente al 81% en el grupo de radioterapia de rayos X. Así pues, aunque esta diferencia se inclinó ligeramente a favor de la terapia con protones, no fue estadísticamente significativa.


Sin embargo, la diferencia en los efectos secundarios fue más pronunciada: un total de 45 de 391 pacientes que recibieron protonterapia experimentaron un efecto secundario grave en el plazo de 90 días (11,5%). En el grupo de radioterapia, 301 de 1.092 pacientes experimentaron un efecto secundario grave en el mismo periodo (27,6%).


Un 11,5% sufrió efectos secundarios para la terapia de protones y un 27’6% para la radioterapia tradicional de rayos X



Después de controlar las diferencias entre los grupos, como la edad y los problemas médicos adicionales, los investigadores concluyeron que los pacientes que recibían terapia de protones experimentaron una reducción de dos tercios en el riesgo de efectos secundarios graves dentro de los 90 días de tratamiento, en comparación con los pacientes que recibían radioterapia de rayos X.


Otro aspecto muy positivo de este nuevo tipo de terapia, a parte de la reducción de los efectos secundarios, fue comprender que comporta menores tasas de hospitalización y menos visitas a la sala de emergencias. “Observamos menos hospitalizaciones, lo que sugiere que el tratamiento puede ser una mejor opción para los pacientes y, quizás, una alternativa menos gravosa para el sistema de atención médica”, explica el autor principal del estudio, Brian C. Baumann.


“La terapia de protones puede reducir las hospitalizaciones, lo que tiene un gran impacto en la mejora de la calidad de vida, tanto para nuestros pacientes como para sus cuidadores”, añade.




Otro estudio, publicado en ‘Pediatric Blood and Cancer’, también ha demostrado la seguridad de la terapia de protones en el cerebro en niños con cáncer. Fue dirigido por Christine Hill-Kayser, profesora asociada de Oncología Radioterápica en la Facultad de Medicina Perelman, miembro del Centro de Cáncer Abramson de Penn y oncóloga pediátrica en el Centro de Cáncer del Hospital de Niños de Filadelfia.


Esta investigación ha descubierto que los niños muy pequeños que recibieron esta terapia para meduloblastoma tenían tasas más altas de supervivencia general en comparación con los pacientes que recibieron quimioterapia intensa sin radioterapia. Los investigadores evaluaron a 14 niños pequeños que recibieron terapia de protones después de una cirugía y quimioterapia. Encontraron que la tasa de supervivencia general a cinco años fue del 84%, mientras que la tasa de supervivencia libre de recurrencia fue del 70%.


"Nuestro estudio, aunque pequeño, muestra resultados prometedores cuando usamos la terapia de protones para apuntar solo al área de cirugía en estos casos en lugar de irradiar todo el cerebro y las áreas espinales", señala el autor principal del estudio, Amardeep Grewal, jefe de residentes de Oncología Radioterápica en Penn.


Así pues, la protonterapia está especialmente pensada para tratar enfermos infantiles y zonas muy sensibles, ya que la radiación de protones actúa con total precisión en el tumor, sin dañar el tejido sano.


La terapia con protones tiene un nivel de toxicidad casi inexistente comparado con la radioterapia 

El tratamiento con protones presenta muchas ventajas frente a las terapias por radiación. Según la jefa del Servicio de Oncología radioterápica de MD Anderson Cancer Center Madrid, la Dra. Natalia Carballo, señala que el tratamiento con protones es menos tóxico ya que estos “se basan en una propiedad física que se llama pico de Bragg”. Gracias a su casi “inexistente nivel de toxicidad”, se pueden administrar dosis mucho más altas comparado con la radioterapia.


Otra ventaja que ofrece el tratamiento es que es menos invasiva en niños. El caso del pequeño Ashya King, el niño británico de cinco años que sus padres sacaron del hospital porque querían tratarlo con protonterapia, removió los medios en 2014. El pequeño sufría de cáncer cerebral y sus padres, testigos de jehová, defendían que la radioterapia era muy agresiva para él. La quimioterapia puede generar un descenso de glóbulos rojos y que el paciente requiera una transfusión, algo que puede haber hecho a sus padres buscar una terapia que descarte esa posibilidad. Su oncólogo advirtió a los padres de que dicha técnica no se adaptaba al caso de Ashya. A partir de ahí, los hechos son conocidos: los padres del niño decidieron sacarlo del hospital donde estaba ingresado para dirigirse a Málaga. Estos fueron detenidos por la policía. Actualmente Ashya se encuentra recuperado del cáncer. 


De hecho, son muchos los científicos que defienden la técnica para tratar ciertos tumores pediátricos. Según el científico y presidente de la Fundación Columbus, Damià Tormo, la protonterapia ayuda a prevenir defectos del crecimiento ya que los pacientes se encuentran en pleno desarrollo.


La radioterapia en niños pueden comportar numerosos efectos secundarios, como alteraciones endocrinas, problemas de cardíacos y hasta pérdida de función cognitiva. El Instituto Nacional del Cáncer señala que la radioterapia afecta a las células buenas del organismo y que estas se recuperan a los pocos meses de acabar el tratamiento. En caso de los niños, ya que están en etapa de crecimiento, les afecta aún más. La Dra. Natalia Carballo destaca que el tratamiento con protones en niños reduce hasta un 30% la posibilidad de aparición de nuevos tumores.


El tratamiento con protones es una alternativa en niños que deben someterse a la radioterapia | Fuente: Fundación Colombus


Para la Sociedad Española de Oncología Radioterápica, el tratamiento con protones presenta ventajas dosimétricas y radiobiológicas en relación al tratamiento estándar con fotones. Su uso en determinados tumores ha sido consensuado por diferentes sociedades médicas y guías de práctica clínica.


Sus características físicas especiales, el pico de Bragg y la estrecha penumbra lateral los diferencian de los fotones y electrones utilizados en radioterapia clásica. Actualmente su uso está completamente aceptado en los melanomas oculares, en los cordomas y condrosarcomas de la base del cráneo y en tumores pediátricos.


Pese a ser un tratamiento con un coste muy elevado hemos observado que cuenta con muchos beneficios como la ausencia de efectos secundarios y la nula radiación residual hacia otras partes de nuestro cuerpo protegiendo de esta forma los tejidos sanos.


Se espera que el inicio de esta actividad en nuestro país constituya un punto de partida que facilite el tratamiento para ir incrementándose paulatinamente en los próximos años.

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