La adicción al tabaco y las enfermedades cardiovasculares
- Redacción
- 16 abr 2020
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 8 jun 2020
Eugènia Marfà
El tabaco tiene efectos perjudiciales para la salud de las personas y es un producto adictivo muy peligroso.
En 1988, el Ministerio de Salud de Estados Unidos clasificó la nicotina como una sustancia adictiva. Los cigarrillos son muy eficientes en su subministración. Una vez pruebas la nicotina, no puedes dejar de consumirla. Su carencia incluye irritabilidad, somnolencia, fatiga, dificultad para concentrarse, aumento de peso y urgencia de fumar. La mayoría de estos síntomas alcanzan su máxima intensidad entre 24 a 48 horas del último cigarrillo y van disminuyendo lentamente en un período de 2 a 4 semanas.
El tabaco mata cada año a más de 7 millones de persones y, cada día, fallecen 19.000
Según la OMS, una de cada tres defunciones es consecuencia de enfermedades cardiovasculares, a pesar de la disponibilidad de tratamientos eficaces, económicos y seguros. De hecho, estas enfermedades son la principal causa mundial de muerte.
En concreto, provocan la muerte de 18 millones de persones cada año, el 80% de ellas en países de ingresos bajos y medianos
¿LA GENTE ES CONSCIENTE DE LOS RIESGOS DEL TABACO?
Aunque la mayoría de las personas saben que el tabaco aumenta el riesgo de cáncer, muchas desconocen el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares que conlleva su consumo.
Es importante fomentar la concienciación de los peligrosos efectos del tabaco. Además, el abandono de su consumo tiene beneficios considerables. La OMS recomienda los consejos breves, el asesoramiento a través de líneas telefónicas gratuitas y/o los mensajes a teléfonos móviles como las soluciones más eficaces para su abandono. Además, para quienes no lo consigan por estos métodos recomendados, hay medicamentos eficaces, como el tratamiento de sustitución con nicotina, el bupropión y la vareniclina.
MEDIDAS DE PREVENCIÓN
La OMS también propone un convenio a las administraciones para prevenir las enfermedades cardiovasculares por culpa del tabaco. Regina Dalmau, presidenta del Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo, resalta el papel de esta agencia: “El acuerdo ha marcado las políticas de control del tabaquismo y ha servido de guión a los distintos países que lo han ido gratificando sobre lo que se debería hacer para reducir la epidemia de tabaquismo”. La lista propuesta por la OMS engloba los siguientes puntos:
1. Promover la formulación de políticas integrales de control del tabaco.
El Doctor Andrés Zamorano, experto en tabaquismo, considera que la medida más efectiva para el control del tabaquismo sería incrementar el precio del tabaco: “Puede ayudar a mucha gente que se está planteando dejarlo. Además, los adolescentes también tendrían menos acceso a este producto”.
2. Apoyar la aplicación y el cumplimiento de legislación sobre entornos sin humo en todos los lugares públicos y de Trabajo.
3. Apoyar el requisito de insertar mensajes sanitarios gráficos en todos los productos de tabaco.
4. Fomentar la inclusión de etiquetas que adviertan del riesgo cardiovascular.
5. Apoyar la aplicación de políticas que brinden acceso sistemático al asesoramiento para dejar de fumar y el tratamiento farmacológico pertinente.
6. Promover la utilización de campañas basadas en evidencias en los medios de comunicación para concienciar sobre el riesgo cardiovascular del consumo de tabaco y la exposición al humo ajeno.
7. Educar a la población y aclarar malentendidos sobre el consumo de tabaco y sus efectos cardiovasculares.
8. Aplicar y velar por el cumplimiento de políticas para evitar las presiones de la industria tabacalera y sus injerencias en las políticas de control del tabaco.
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